Nosotros, A. y I. sólo podemos dar las gracias a todos en New Life.
De hecho, esta decisión fue difícil para nosotros: lo primero, la larga distancia, porque nosotros vivimos en el fin del mundo, en Argentina, un país cuyo fenotipo no es tan común (por lo que no hay disponibles donantes similares a nosotros), y en la mayoría de países europeos (donde tenemos familiares) estos tratamientos médicos ni siquiera están permitidos, o están muy restringidos o no se practican, especialmente para mujeres senior (como yo). Al principio ni siquiera sabíamos dónde encontrar ayuda.
Pero finalmente resultó una experiencia muy agradable, gracias a todos vosotros, especialmente a:
En primer lugar a Justyne en Varsovia, con la que nos encontramos durante nuestras vacaciones, durante los dos meses siguientes solíamos escribirle dos veces al día, ella siempre y con una gran paciencia nos respondió ayudándonos a encontrar una donante encantadora.
También a los médicos en la clínica de Kiev, que cuentan con una gran experiencia y pueden lidiar de forma inmediata con todo tipo de problemas. Son científicos de vanguardia que disponen de la mejor tecnología y los conocimientos adecuados.
Y por último, pero no menos importante, a Svetlana en Kiev, que fue tan encantadora, eficiente y servicial: nunca antes habíamos estado en Ucrania y no sabemos leer el alfabeto cirílico, así es que en un principio teníamos miedo de sentirnos en Kiev como en Marte. Pero Svetlana, con una paciencia infinita y siempre con una sonrisa y una gran simpatía, nos lo explicó todo: sobre las medicinas, quéhacer y adónde ir, incluso después del tratamiento, haciéndonoslo todo simple y fácil. Más que la empleada de una agencia o clínica de fertilidad la sentimos como una verdadera amiga o incluso un miembro de nuestra familia.
En conclusión, recomendamos de corazón New Life a nuestros amigos o a cualquier pareja, porque sabemos que está en manos de Dios y que ustedes han hecho todo lo humanamente posible, y en caso de que algo no salga bien, ustedes estarán ahí para intentarlo otra vez. Esperemos que muchas otras parejas puedan encontrar la felicidad gracias a su ayuda. Que Dios les bendiga.
F y A, Argentina